José Luis Barrientos León

A los hoyuelos de Darío.

 

Del manantial sonoro de tu risa,

asoma un hoyuelo que estremece el rocío,

como arroyo chispeante que acumula alegrías,

trayendo señales de vuelos supremos,

de águilas inalcanzables que otean el horizonte,

contemplando tus sueños de frágil mariposa.

 

Un hoyuelo que trae murmullos y anhelos,

de amaneceres compartidos y voces del alma,

que descorren cerrojos de profundos desvelos,

para ambicionar tu mirada pura,

tus pequeñas manos posadas en mi rostro,

desmenuzando mi esencia,

convirtiéndome en pequeñas cometas,

que alcanzan el cielo.

 

Del manantial sonoro de tu sonrisa,

asoman mis sueños con veloces estelas,

cruzando los ríos, acariciando horizontes,

anhelando aventuras, tapando los soles,

aferrado a mi meñique para atarme a tu risa,

y contemplar el hoyuelo donde brotan los versos,

de un amor que me espera,

y una vida que empieza.