Nubes negras imponentes
anuncian un gran aguacero
tarde fría sin desespero
la lluvia respira totalmente.
Oscuro el cielo vehemente
desde la altura un suspirar
las nubes empiezan a llorar
como copos humedecidos
la llanura y costa han sonreído
los arboles comienzan a cantar.
El mar recibe enamorado
de la lluvia abrazos y besos
su color azul ha cambiado
por ternura y embeleso.