Deja que mire
tus ojos, lentamente,
lo necesito.
Es que los versos
están en tus pupilas
y los preciso.
Hay mucho amor,
caricias y ternura
entre sus letras.
Deja que vea
el brillo de tu alma
por un instante.
Y de esta forma
tus ojos y tu alma
vendrán conmigo.
Serán mis pasos
tus pasos, y mis versos
serán tus versos.
Nos uniremos,
sin lazo, en la distancia,
con el recuerdo.
De esta manera
seremos lo que ansiamos
en un poema.
Tú y tu belleza
tendrás mi corazón
y yo sus letras.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/10/23