Un sueño me visitó
Fui feliz por un instante,
Y mientras duró esa dicha
Olvidé aquellos pesares
Que me hicieron desdichado,
Pues vi cuánto ella lo vale:
Sí, la vi mientras dormía,
Comprendí nuevas verdades
Sé que ella es quien yo más amo,
Sé que quiero que me salve,
Sé que debo estar con ella,
Sé que igual no lo vi yo antes,
No sé cómo no entendí,
No sé cómo apaciguarme,
No sé si me corresponde,
No sé si puedo contarle...
Pero no puedo callarlo,
Mi corazón ya sólo arde
Quema mi pecho cual ascua,
Anhelando palpitante,
Los falsetes de su voz:
Un “te amo” en varios compases,
Y sollozo al no escucharlo.
Si ahora es un disparate,
Para mí querer su amor
Sin dudarlo soy culpable
De aspirar más de la cuenta,
A un nivel inalcanzable
Pretendiendo ser su novio,
Pretendiendo ser su amante...
Mas por ella haría todo:
Surcaría hasta mil mares;
Mataría mil dragones;
Ganaría mil combates;
Fundaría hasta mil reinos
Sí así puedo ver sus calles
Bautizada con su nombre
Y, ondeando su estandarte,
Alabando su existencia,
La musa siendo de su arte;
De su desierto, la lluvia;
El remedio de sus males,
De sus guerreros, valkiria;
Ante quien no existen hambres,
Ante quien no existen muertes,
Ante quien no habrá pesares,
Ante quien no habrá tristezas...
Divinos ojos brillantes,
Me muestran mi porvenir,
Gustoso les doy mi sangre
Como alfombra carmesí
Que proteja sus andares;
Gustoso les doy mis ojos,
Engarzadas cual diamante,
Anillo de compromiso
Sólo si es que a ella le place...