\"Tal vez tenga que luchar
con más de un inconveniente
pa\' que resista la mente
el cuento sin lagrimear,
pero Dios que supo dar
paciencia a mi corazón,
tal vez venga esta ocasión
a alumbrar con sus reflejos
el alma del gaucho viejo
que ya le espera el cajón.\" JP López
Llegué a los noventa años
y siento la necesidad
de hacer un balance,
resumido de mi vida.
Sin dudar, lo hago con la verdad,
a esta altura, ya no valen los engaños.
Antes de entrar en materia
quiero agradecer a Carmela,
que me dedicó su vida, sin retaceos,
a mis hijos, familiares y amigos
por el amor que me brindaron,
haciendo posible,
que se cumplan mis deseos.
Ahora pueden llegar las flores,
¡adelante con los faroles!
En todos estos años,
si no es gol, pegó en el palo,
tengo la seguridad,
fui más bueno, que malo
o sea que gané
la pulseada con la vida,
o la guerra, como quieran,
el que no paga, convida.
Por confiado muchas veces
perdí lo que había ganado,
no soy tonto, pero siempre
hay otro, que es más avivado,
y sólo te das cuenta, cuando
al potro, lo han domado.
Perdí muchas batallas
por no tener las agallas
que hay que poner,
si quieres ganar.
o tal vez por ser iluso,
me he dejado robar.
No pocas veces, pisé el palito
y caí como un chorlito
en las redes del engaño
y quedé como un rebaño
sin agua, para tomar
Hubo caídas muy duras
las que tuve que aguantar,
tanto que,
para poderme parar
dejé entre dolores y llanto,
muchos jirones,
que hoy son cicatrices
que no las puedo borrar.
Otras batallas, se ganaron solas
por las que no tengo orgullo,
por las que sí,
se me hincha el pecho
son las que gané de hecho
con empeño y con fervor,
gracias a los que,
me ayudaron con amor
y pude así al fin, ver
realizado mis sueños.
Hoy de mi vida soy dueño
y procuro lo mejor
sé que son tiritas,
las que restan del ovillo,
tan pocas como la guita
que me queda en el bolsillo
Me envuelve la fantasía.
con esperanza infinita
que Dios, al final,
con su divina bondad
mis pecados,
los habrá de perdonar.