OscarCampos

En algĂșn lugar

 

 

Entre la voz y la brisa,
en un instante,
se enlazan tus huellas
enredadas entre un bestial
espacio sin respuestas.


A veces, la espera es larga,
viene del viento arremolinado
despierta la simplicidad de la vida,
que fugaz regresa en silencio.

 

La simplicidad,
una voz que te grita
respuestas
a una pregunta no hecha.


Aprendes de ti,
Aprendes que tus alas,
parecen creadas para el vuelo,
que tiene la magia,
de llenar la vida de pasión,
como una caracola hundida
susurra entre olas invernales.

 

Aprendes,
a soltar los paradigmas salvajes
que pesan hasta la parálisis
y cambian tu vuelo,
escuchas solo un eco de vida.

 

Solo queda tu aroma,
Solo queda entre los matorrales
Tu aureola que un día dejaste
Y tu nombre olvidado.

 

Es fugaz, todo tan fugaz,
la ciudad, no alcanza a ser ciudad,
la fugacidad de los huesos,
es más fugaz que el olvido.


Quizás, tu nombre no regrese,
pero en alguna parte
se encuentra encendida
la llama de tu amor.

 

Hasta la fugacidad de la muerte,
se olvida, como las estaciones
del tiempo, nada concluye,
simple, llegan estaciones…