OSCAR LUIS GUZMAN

LA CREACIÓN ©

Los campos enverdecen

y en un guiñar de ojos

se desaparecen,

se pintan de rojo y de dorado,

luego se visten de marrón y anaranjado...

para dejar de ser.

 

Las rosas se secan, se marchitan,

y en otro parpadeo,

la floresta marchita vuelve a enverdecer,

para morir de nuevo

y luego renacer…

El árbol se desnuda

y se reviste luego

como un espectro multi-verdoso y bello.

 

La chispa se hace fuego,

cambia fases la luna.

La aurora, de pronto, de ébano se viste.

 

La sinfonía del día, con tantas melodías,

por las tardes se aplaca, y se transforma

en una obscura y aturdidora afonía.

Como cuando la juventud abandona su inquietud.

 

Con el paso del tiempo,

hasta el amor más grande se desvanece…

al igual que las olas en las playas

que tan voluminosamente crecen

y luego se desparraman en la playa...

 

Nacen los héroes y cuando mueren,

o cuando los matamos, buscamos otros nuevos,

para que mueran éstos luego.

 

Ese es el juego de la creación

en el cual todos, sin excepción

en unisón jugamos una activa participación.