RICARDO V

En las vísperas no muerres

Para ti que estás perdido

entre la bruma infinita

que te ha creado la vida

y no sabes cómo ha sido.

 

Para ti que estás herido

con heridas que no sangran

pero ahogan y te arrancan

la razón que habías tenido.

 

Para ti que sientes miedo

al calor del desamparo

que te crees que ha ganado

y es tu cama el duro suelo.

 

Para ti que lloras penas

por los rincones vacíos

donde nadie presta oídos

y ya nada te consuela.

 

Para ti pobre infeliz

en cobarde convertido

no te entregues al destino

cuando se ríe de ti.

 

Para ti que has sido grande,

vencedor de mil dragones,

¿por qué te faltan cojones

para ser como eras antes?

 

Para ti que has silenciado

el trino de las alondras,

llama al coraje y afronta

que eres tú quien ha callado.

 

Para ti que en tu agujero

descansas en la apatía

no permitas que la dicha

se convierta en desespero.

 

Para ti con tus infiernos

te digo que no te entregues,

que vales por lo que sientes

y si no sientes pues cero.

 

Para ti sin existencia,

con la mirada que se hunde,

olvida tu pesadumbre

y hazle caso a tu conciencia.

 

Vive pues con gallardía,

con tesón de ardor guerrero,

y desenvaina tu acero

hasta alcanzar la alegría.

 

En vida no vivas muerte

porque la muerte no es vida,

llegará en su hora presente

y te llevará sin prisas.

 

Sin que la pena te oprima

este tiempo que ahora tienes,

disfrútalo intensamente

porque sabe a regalía.

 

¡Al río con los reveses!

¡A risas pues con la vida!

y ten por verdad no escrita

que en las vísperas no mueres.