Escribo versos para no morir,
ni sentir que no hay una huella,
ni voces bajo alguna estrella,
que me cuestiones el existir.
Deambulo por las calles a oír,
con mi mortaja hoy la vi a ella;
Hay en mí, un deseo que sella,
para que mi alma deje de sufrir.
Consciente regaño estos versos
por ese: “acá estoy con mi elegía”,
con mis caídas, con mis alturas…
La luna asoma vientos adversos,
estrías cortan besos y energía,
naufragando el alma en honduras...