El vasto mar
me mira con ojos de piedad;
me recuerda que es profundo y puro,
como la luz de su mirar.
Diminuta e inmensa
me siento al mismo tiempo;
una gota en el océano
y el océano en una gota.
Hoy me llama a contemplarlo:
¡ven, me dice!,
¡hace tanto no me observas
con los ojos deslumbrados!,
¡hace tanto no me pides
recargar en mi tus fuerzas!.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay