Pensé tres veces en pensar, pensé dos veces en
tomar la rienda del lápiz, pensé una vez en plasmar
el silencio que hoy habita en mi…
Silencio, ese que un día pedí y el excelso me regaló,
un silencio que hablas más que dos ojos al ver, un
silencio que me lleva frente al espejo y solo veo el
reflejo de nada, de vacío, de soledad, de todo un
mundo donde reina la tristeza… Hoy el silencio habita
en mí, porque me regala la paz que mi corazón
anhela, porque a pesar de ser silencio, me susurra el
amor del magnifico, porque llegó a mi como luz en
tiniebla.
Habita en mí porque consuela el dolor, la agonía, la
desesperación, simplemente porque consuela la
fatigosa realidad de mis días…
Hoy no hay lagrimas, las secó el viento, hoy no hay
llanto, pero hoy sigue habiendo tristeza… para
remediarla no hay nada que hacer, solo ahogarme en
silencio, ese, como el que hoy habita en mi…