En ésta fecha.
Siempre se recuerda a quien ya no está, a quien se nos ha adelantado en el camino y nos espera, al menos eso queremos creer algunos, en el más allá.
En ésta fecha en especial, nos reunimos y hacemos adornos, recuerdos en nombre de nuestros seres queridos ya fallecidos, colgamos fotos, ponemos flores anaranjadas de cempasuchil, comida que fuese de su agrado, velas para iluminar su camino y guiarlos. Porque en nuestra cultura, creencia y tradiciones, es en ésta fecha en que tienen la oportunidad de venir a visitarnos y deleitarse con ese espacio que les hemos decorado.
No sé, en verdad no sé que pueda ser mejor, creer que eres capaz de venir a vernos un día al año o definitivamente quedarme con el pensamiento de que ya no estás en éste mismo plano.
Y óes que duele, no es bonito, duele pensar que hay un día en que puedes venir a verme, pero yo no puedo verte, tocarte, abrazarte, besarte, sentirte, hablarte y decirte lo mucho que me faltas y lo tanto que te extraño, que mi vida desde tu abandono y después tú partida, nunca volvió a ser igual. Que desde ese entonces padezco depresión crónica y un sin fin de trastornos que no me dejan vivir en paz. No, no te culpo, soy yo la causante, por no ser fuerte y controlar mis emociones, cuanto más mi vida.
En fin, si fuese real que has venido, quiero decirte que nada es normal, que me quiero morir e ir contigo, a pesar de tener una familia bella, espectacular. Pero no soy del todo feliz y hay un gran hueco en mi pecho y un vacio sin final alguno, que me dueles tanto más que ayer, que hoy y que mañana, pues en verdad quisiera ser egoísta y tenerte conmigo, no se vale, para nada, pero he de quedarme callada y no decir nada.
Pero como nunca aibedesco a nadie debo decir que maldita sea mi estampa perderte 2 veces en mi vida, la primera cuando te fuiste de casa, la segunda cuando te fuiste de esta vida, que odio tanto que no estés y odio tanto a quien dicta quien sequeda y quien se va, que te odio por dejarme y hacerme tanta falta, porque gracias a ello no paro de llorar y odiar los tres últimos meses del año, por qué son éstos los que más me recuerdan tu ausencia, tu cobarde abandono y mi estúpida soledad.
En ésta fecha tan especial, me siento con ganas de acabar con sus to terias y que me dejen en paz incluso la supuesta idea de que tu alma me viene a visitar.
Te odio tanto porque a tantos años te sigo amando, extrañando y necesitando más que nunca, igual que siempre. Pero tengo que decir me faltas, me faltas bebé, me faltas papá, porque no puedo soltarte y es mi mayor tortura y la más odiada de la vida.
Nadmoon