Tantas canciones que en el pasado quedaron,
de tiempos que nunca volverán,
mi alma que vaga en un limbo,
ve a la musa de la tristeza pasar;
No me importa me vean llorar,
para eso también están los ojos,
pero cuando canta el silencio
es nuestra alma la que escucha;
He olvidado el sonido de tu voz
y también el color de tus ojos,
he olvidado incluso a qué olías
y también la tersura de tu piel,
olvidé de qué conversábamos
como también por qué peleábamos;
Quizás a quién estarás haciendo sufrir,
mientras tu corazón flota en hiel,
nunca tus besos fueron de amor
y nunca tuvieron sabor a miel;
Tengo esta eterna tristeza
que me tiene dividido en dos:
sí ser un hombre común y corriente
o ser el poeta que esperas tú y yo...