Pilar Luna

SANGRE

Dicen que la vida es una mentira,

que el corazón del mundo

es un cristal sin brillo,

pero yo sangro cada vez que respiro,

y si miro al suelo

nacen margaritas en invierno.

Vivo dentro de mí tan intensamente,

que los vampiros son lluvia

de témpanos efímeros,

no se reflejan en ningún espejo

porque no pueden mirarse

en el punto de la vía

donde paro el golpe con los puños.

 

Escarbar en el hielo

sólo enfría las manos.

No puede ser real

ese color marrón del viento

que pierde la calma

por estar prohibido

si en una entrevista armada

las balas no son de fogueo

ni se difuminan con el sonido

en sus vidas neutras, sin colores.