Buscando palabras sentí elevar esta piel de concreto, entonces diáfana ante la expectativa y multiplicada por miles.
No cejo en la vieja demanda, pero frases que valgan la pena no se dan. Ocurre en cambio una fragancia de madrugadas, de madreselva, parado en cierta esquina, cigarrillo de vértigo, paciente espera del bondi hacia el infinito.
O rumbo a recuerdos de claustros donde desaprender lo natural.
Prístino arrebol en fosas nasales, mezclándose con humo narcótico, retomo la indagación subterránea, ya que necesito en grado sumo hallar palabras para decir todo esto que pugna como veneno en alta mar.
Desde allí partir sin saber adónde ni en qué.