El caos, la serenidad, la creatividad. Sentimientos a flor de piel.
Los héroes, mitos que van cayendo, pero la gente se resiste a verlos desaparecer.
New York, encrucijada de caminos, en continua búsqueda de su identidad, absorbiendo las raíces de otras culturas.
Nueva York, o la mezcla de grandes talentos del resto del mundo.
La paranoia, la esquizofrenia constante de una ciudad que nunca dejaras de amar, que nunca te dejara de sorprender.
Los atardeceres, las luces rasantes, el sosiego los idilios, la fantasía, los sueños, la imaginación.
Una reposada conversación en cualquier café de Brooklyn, una animada cena en Greenwich village.
Cócteles frente al río Hudson, asistir a un concierto en el mítico Madison Square Garden, o pasar la noche disfrutando de la música, en legendarios club de jazz..
Nueva York, o la rebeldía de John Lennon
Nueva York, o la poesía mas descarnada de Lou Reed, Tom Waits
Nueva York, o la voz y manera de vivir de Frank Sinatra.
La fotografía de William Klein, Weegee o Leornard Freed; fotografías crudas, como puñetazos en el estómago.
La literatura de William Styron, Henry Roth, Paul Auster o James Ellroy,
entre otros, atrapados por la magia de esta gran ciudad.