Vuelas…
Alma blanca y transparente,
cobijada con el Espíritu Santo,
sin un lugar fijo donde aparcar,
vas iluminando con tu luz otro lar.
Vuelas…
Con la sencillez de una paloma,
enseñando a otros a vivir el dogma,
pero puedes remontar como un águila,
a lugares altos donde Dios te quiera guiar.
Vuelas…
Con la firmeza que tu vocación te dicta,
con la obediencia que te impone tu fe,
siempre a evangelizar dispuesto estás;
con mucho amor, esperanza y fidelidad.