Frente a la nada opongo el pensamiento,
ante el olvido, tu recuerdo aliado,
ante la muerte, tu reír callado,
frente al silencio, mis versos al viento.
Contra el yugo del miedo, el sentimiento,
ante la noche, tu alborear templado
con llama de ilusión iluminado
nacida en corazón que ya no siento;
ante la soledad, tu compañía
ausente impresa en cuantas cosas veo.
Pretendo ahogar la melancolía
perdiéndome en la infinidad del cielo,
soñándote a mi lado en un anhelo
plañido a Dios por el alma mía.