Enfrentando mi hoja en blanco
escucho sólo la radio-casette,
con nostalgias veo a Jeanette,
con versos pretéritos y franco.
Quemando mi existir me banco,
con conciencia que la muerte
me inspecciona y me convierte.
Su voz me sorprende tendido
interpretando los años sumido
en aquella existencia inerte.
Hoy no voy sumando historia,
ni biografías con algo de épica,
tampoco alguna voz poética.
Los 80 se fueron de la memoria,
ya no hay nadie cantando victoria,
tampoco tercas voces gritando,
ni las banderas, que flameando
colmaban el espacio de algarabía
con los semblantes que volvían
que aquel exilio iba dejando.
...