Muñeca de dulces labios,
no sabría cómo buscarte,
tu siempre me buscas
y me encuentras,
a veces triste, a veces
amargado,
oh pero es sosegante
tu amor cuando me abraza,
cuando me nutre,
Asi cómo la lluvia nutre
las flores,
tu amor me nutre el alma,
nada huye, todo queda plasmado de tu rocío.
Se entrecierran los luceros
y pareciera que socavaran tu voz
de los fulgores; centella, crepita,
llamea cómo una hoguera solitaria,
entre tantas palabras, entre tanto exalto,
mi voz va recorriendo la brisa ardiente,
ah lleva tu nombre,
pasea entre el trigo, la magnolia y el desvarío.