Odio el momento en que se esfuma la tristeza,
todo iba bien con las lagrimas y la cerveza
hasta que llega el sentimiento de desasosiego, de desapego
y la corazonada de sentirse vivo, no vuelve hasta en otro momento.
Quizás solo eso quería, sentirme vivo, por la necesidad de sentir
o por la incapacidad de hacerlo como los demás.
Procuro leer escritos de otros que me hablan desde el pasado,
y concluyo que la vida contemporánea es parecida a la anterior
gente triste, atareada y alcohólicos sin esperanzas.
Esta noche pretendo desvivirme en mi soledad
pero los cigarrillos se han acabado
y estoy muy borracho para encontrarlos.
Creo que hoy solo seré yo y mi cerveza, no necesito nada mas.
Solo espero que la resaca de mañana no me mate en el trabajo.