Rayelzorro

ME SUSURRASTE

 

En cuanto escuché tus susurros
esa noche indómita,
un cariño entre barullos
estrujó toda lógica.

Entonces los susurros me cambiaron de órbita
viajando a donde nunca había ido,
ahora escribo lo que escribo
siendo tú esa linda razón metódica.

Me susurraste un te quiero
ante la luna como testigo,
hoy arde este fuego
y anhelo que estés conmigo.

Hasta mañana donde caiga
aquel sol fulgurante,
pintado en aquel haiga
donde quizá sea tu amante.