No puedo, simplemente no puedo dejarte, no puedo irme y no llevarte conmigo. De alguna manera, estamos unidos. Es tan fuerte el nudo que no puedo deshacerlo.
No puedo mirar hacia delante sin antes asegurarme de que estés a mí lado.
Sí, me hiciste mierda, pero sabes qué... No puedo ser como vos. No me sale pagarte con la misma moneda.
No me preguntes por qué, ni yo lo sé. Mira que me lo pregunté muchas veces; ¿Cómo se hace? Para seguir con mí vida sin sentir la culpa de ser un poco egoísta. Un poco, nada más.
Me hiciste mierda y no te importo cuando lloraba frente tuyo, ni cuando me encerraba para que no me vieras llorar. Para que no vieras cuánto me lastimabas.
Sí, te suplique muchas veces, pero no te importo. Te extrañe noches enteras y te tenía al lado. Nunca me hicieron sentir tanta soledad estando acompañada. Nunca me dolió como me dolió tu indiferencia.
Pero sabes qué. Es hora de volar, llego la hora de irme, aunque vos sabés que lo que más quiero es quedarme. Llego el momento de decirte adiós con mucho dolor, porque si no lo hago me voy a morir de amor.
Si no te dejo, vas a terminar conmigo. Y ya me he perdido por demasiado tiempo. Es hora de encontrarme y quererme como vos no pudiste.
Lo único que pido es que sea leve, y que si alguna vez la vida decide cruzarnos otra vez, sea para algo bueno. Mientras tanto, yo te digo adiós.