jvnavarro
SE ME MURIÓ UN DÍA DE REPENTE
Me deslizo por la anatomía de un día
puesto encima de la mesa de autopsia
de un forense,
abierto en canal
para sobre él elevar informe.
Dice el especialista en este tipo de dictámenes
que le vino la muerte
debido a que entró de repente
en un viejo túnel,
el de las doce de la noche,
y que para cuando salió de él
por la otra parte,
las verdes huertas eran paisajes desangelados
sin tirabuzones,
y dice que esto sumado a la gran edad del paciente
le provocó en su mente
un cisma parecido al de occidente,
con una bicéfala presencia
de dos polos de corriente,
uno que lleva al alma mismo
donde viven los amores,
y el otro al entendimiento,
donde un faro,
el de los saberes,
vigila por todos
para que las cosas sean más entendibles.
Desde esta perspectiva
el colapso es más que corriente
y se nota ello
en dos cuestiones
que la ciencia en sí nunca desmiente,
una es un surco que parte al día en dos mitades
y el otro es que se han encontrado en sus heces
amores no correspondidos
en cantidad equivalente a un gramo de estricnina,
veneno ideal para acabar con ratones,
los resultados no excluyen
que haya sido un suicidio,
por aquello de hallarse burbujas de aire
en sus abarrotados de agua alveolos pulmones,
y a lo que la ciencia en esto discute,
pudo ser por inmersión
en sinsabores provenientes
por tantas guerras inútiles
que solo sirven
para provocar en los días delirios de grandeza
que en sus peores crisis se convierten en fuertes depresiones.
Al cerrar las heridas con hilo de sutura
se ha visto
que la piel del difunto
contiene muy poca gracia y muchas espinas foliares,
por lo que se recomienda a los amantes
que lleven a sus queridas en sus citas
solo las rosas
y dejen las prolongaciones de sus epidermis
para hacer ellos,
si les apetece,
enjuagues bucales,
muy buenos para limpiar las encías
y fortalecer los dientes.
Si al sepelio acude
lleve un alba
y un anochecer creciente,
de lo demás no se preocupe,
las coronas las costean con su sangre
los vampiros y duendes,
pues solo ellos saben
lo que es dormir durante el día
para vivir alegremente por las noches.