A UN HIJO
Hijo, no te canses.
Escucha muy atento a tu padre que te habla,
el que te quiere mucho, el que lo aguanta todo.
Soy ese mortal que se equivoca a veces,
el que siempre se levanta cuando tropieza y cae.
Observo la tarde convertirse en noche,
observo tus pasos marcados en la hierba.
Hijo no te canses.
La vida se alborota y el tempo desvanece,
atrás van quedando los instantes ya vividos.
Observo las estrellas allá en el firmamento,
y mis ojos se maravillan por tan grandioso paisaje.
Hijo no te canses.
Soy el que te contaba cuentos infantiles,
y esperaba que te durmieras de repente,
el que se quedaba de pie frente a tu cama,
y lloraba en silencio para que tú no lo notaras.
Soy el que veló tus sueños cuando eras niño,
el que no durmió cuando estabas enfermo
y te inventaba cuentos con finales felices.
Soy el que te llevaba de la mano
y te guiaba en el camino,
el que siempre te esperaba,
tú siempre y fiel amigo.
Hijo escucha los consejos
de tu padre que te quiere.
Hijo no te canses.
Deja que la vida te muestre tu destino,
y si los días inician cargados de problemas,
no dejes que te afecten y sigue tu camino.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez (Fabo).
Registro No. 10-1195-8.
Dirección Nacional de Derechos de Autor.