En una mañana nublada, el sol salió de tu sonrisa, el oscuro día se iluminó con tu luz.
El cantar de los pajaritos resonaba en tu voz, suave y dulce, no era un gorrión.
El jardín reverdece con tu rocío, y las flores florecen al sentir tus labios tibios.
En una mañana nublada me hiciste ver con claridad, que fugaz es la vida y vale la pena amar.