La vida es un poema
escrito por tus manos
y recitado por el tiempo.
Cuando parezca en vano
y nada parezca cierto
y te ahoguen las penas:
resérvate un momento
y recuerda esto:
La tinta es permanente,
no se escribe dos veces;
no se borra el ayer…
Mañana no existe,
con suerte tal vez.
No seas tan exigente
porque es una estupidez;
opta por la sencillez.
Si acaso te lastiman,
no demores en perdonar;
no guardes rencor…
Las heridas van a sanar
aunque parezca que no.
No te llenes de ira,
no amargues el corazón
y pide más veces perdón.
Arriésgate un poco más,
no temas al fracaso:
celebra derrotas y victorias.
Ábrete camino paso a paso,
—así se alcanza la gloria
sin importar el qué dirán—.
No te apures tanto,
vive más despacio.
Enamórate sin miedo,
no reprimas sentimientos;
no guardes dentro
lo que grita el pensamiento.
No dejes pasar el momento
de un te amo o un te quiero.
No vivas de arrepentimientos,
no vivas solo en sueños.
Cuando parezca en vano
y nada parezca cierto
y te ahoguen las penas:
resérvate un momento
y recuerda esto…
Felicio Flores