Hola tú. Te escribo otra vez.
Los años pasan pero nunca olvido el gran amor que te he tenido.
Solo un día bastó para marcar mi vida, una sonrisa, una mirada y mucha picardía.
Bailamos juntos esa noche fría, que encendió la llama que en mi corazón ardía.
Me gustaste tanto que no podía dejar de mirarte aunque me dolía.
Bailando con otra chica que creía era la mujer que te estremecía.
Eso me mataba por dentro lloraba y anhelaba tanto que me miraras.
Descubrí que solo era una manera de llamar mi atención y de esa forma robaste mi corazón.
Esa noche fue tan inesperada, no paramos de hablar y comernos con la mirada.
Hasta que llegó el momento que tanto esperaba, nuestros labios se unieron y me enamorabas.
Solo fue el comienzo de un amor eterno, una historia hermosa que hoy es un sueño.
Tu en otro país, yo en otra vida, muchos amores, y mi alma no te olvida.
Tu el lobo que se quiere comer a esta Caperucita, yo tu amada Carla para toda la vida.