FIN A LA TRISTE ODISEA
Autor: Eduardo Carreño L
Atrapados se sentían, en las entrañas de la tierra,
con temperaturas que apenas podían soportar,
pero la fuerza interior era más importante,
creyeron en la vida sin pensar en renunciar.
Treinta y tres centinelas, escondidos en la mina,
durmiendo entre rocas y oscuras cavernas,
pero hubo unidad y sentimiento puro de acción,
el mundo hoy se regocija al saber que el amor,
sigue existiendo en las almas de los chilenos.
La vida sonríe en este día a los corazones , ya pasó todo,
aquellos sesenta y nueve días de angustia y tristeza
atrás quedaron los sentimientos encontrados,las disputas;
hoy el alma siente dicha, gracias a Dios…
Somos hijos de la tierra, pero no para vivir,
y quedarse sumido entre sus entrañas,
nació un nuevo despertar, fin a la triste odisea…