Me preguntas sí, para siempre, te amaré.
Me inquietan esos parlamentos oscuros.
Para, mí es triste osadía de los inseguros.
Ciertamente, son preguntas fútiles, lo sé.
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¿Cómo podré medir tu amor, preguntaré?
¿Serán para salir de esos líos, los conjuros?
Son materias qué, nos colocan, en apuros.
No suelo contestar y tu reacción aguardaré.
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Nada, me obliga a estar acá, pero, acá estoy.
¡Ah! otra vez, indagas sobre el mismo tema.
¿Me preguntas y repites cómo estratagema?
Si no existe claridad amatoria, mejor me voy.
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Oye, nadie te impedirá mover esa humanidad.
Y si te quieres ir, amplia calle tienes, al frente.
Pero, no me pidas que yo sea un ser diferente.
Si estás inseguro ve a resolver, tú inseguridad.
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¡Deseo saber, porqué, tanta y vana pregunta.
Si sabe Ud., la razón, por favor, me la adjunta!