Rafael Huertes Lacalle

OTOÑO

 

 

Del otoño,

ya al comienzo

¡gris el lienzo,

tenue luz!.

Tiempo raro,

gualdas hojas,

paradojas,

contraluz.

 

Con gran silbo

y violento

ruge el viento

en la mar.

Furia de olas

su oleaje,

es salvaje

su ulular…

 

crestas rotas,

rompeolas,

por cabriolas

al danzar

aire y agua

que agitados

e irritados

son bramar.

 

Sol opaco;

alma ciega

que se anega

de humedad,

con los ojos

del lamento,

desaliento,

oquedad.

 

Cae lluvia

mansamente

y en la mente

hay un penar,

un aliento

contenido

y un sentido

sollozar.

 

Trueno sordo

que argumenta

la tormenta

la ansiedad.

Frío el cuerpo

se estremece,

languidece

por la edad.

 

Triste otoño

de la vida,

¡esa vida

que se va!,

poco a poco

como el sueño

que era empeño

y ya no está.

 

¡Animoso!,

sigue el viento

y su aliento

sesga ya...

de las ramas

su hoja seca

que reseca

volará

 

al camino

que le aterra

y le yerra

su final,

entre el barro

y el olvido

y el temido

vendaval.

 

En la senda

de la vida,

media vida

yerta está.

Temerosa

con recelos,

sin anhelos,

morirá.

 

 

Rafael Huertes Lacalle