Cuando de noche miro al cielo
buscando esos pensamientos desvanecidos,
aquellos que te roban el sueño
y te impiden darte por vencido.
Veo como la luna, con toda su belleza
dibuja tu imagen en su albores,
coqueta con esa misma rareza
entonces quedas cautivado sin razones.
Esa luna blanca, resplandeciente y noble
cuida también a los que ama,
ella sabe el secreto del hombre
y se comporta como una sutil dama.
La luna se parece a ti cuando enamora
por ser misteriosa y extraña,
es la fuente de quien añora
y cada sendero de mis palabras.