Si fuera el caso, Aída
de perderte por siempre
será, pena vertida,
que acallará la muerte.
Porque moriré en vida
saberte lejos de mí;
y estallaré de ira
por no poder desistir.
Cómo llora la razón
¡te grita que te quiero!
igual gritará el dolor
sabiendo que te pierdo…
Puesto, estas endechas
no hablan de ti ni de mí…
pues si el caso se diera
ya sabes de qué morí.