Perdón por no creer, pero el miedo me gana y las dudas carcomen mí cabeza. No sos vos, soy yo; aunque no se hasta que punto sea mí imaginación.
Perdón por ilusionarme y despertarme de ese dulce sueño al mismo tiempo. Pero ya no puedo confiar. Ya no quiero jugármela y volver a perder.
No sabes lo que me cuesta soltarte, lo que quisiera entregarme sin pensarlo un segundo. Pero no puedo.
No puedo porque ya me tiré a la pileta y me hice mierda con mis propios sentimientos. Porque para entregarme tendría primero que sanar mí corazón.
Perdón por desaparecer de tu vida, pero ya no quiero a nadie en la mía. Perdón por hacerte pensar que podría haber un nosotros, aún sabiendo que no podría.
Lo intente, pero me cuesta no pensar que todas son mentiras, que mientras a mí me dices “te quiero”. A alguien más amas todavía.
Perdón, pero las puertas le he cerrado al amor. Es mejor así, antes de que uno de los dos, termine herido por culpa de las experiencias vividas.