Sé que puede resultar difícil creer cuánto te amo, cuánto te necesito. En cada detalle tuyo encuentro una razón para admirarte: tu sonrisa, tu belleza, tu inteligencia. Daría la vida por ti, una declaración profunda que refleja la intensidad de mis sentimientos. Mi admiración por tu belleza es constante, pero aún más siento tu ausencia cuando me falta tu mirada.
Necesito tus besos como el aire que respiro, y el roce de tu piel es un anhelo constante. Admiro tu sencillez y valentía, atributos que te hacen única. Pero quiero que sepas que, más allá de la belleza física, lo que más valoro es la extraordinaria mujer que he descubierto en ti. Eres como un diamante en bruto, y hoy estoy decidido a pulir cada faceta de tu ser.
No puedo evitar pensar en ti constantemente. De las 24 horas del día, 16 están impregnadas con tu presencia en mis pensamientos; incluso en las otras 8, cuando sueño, eres el protagonista. Este sentimiento es verdadero y profundo, y aunque me asuste la intensidad, no me importa. Tu desprecio en el pasado me hería profundamente, pero hoy, al darme una pequeña oportunidad, has cambiado mi mundo. Si este sueño se convierte en realidad, te aseguro que nunca te arrepentirás. No necesito decirte cuánto te quiero o cuánto te extraño hoy; simplemente quiero que sepas que te amo.