CONDIMENTOS
Tú eres el azúcar y yo soy la sal.
Tu sola existencia endulza mi día
mientras intento quitar la simpleza a tu vida.
¿Acaso contigo me podré mezclar
sabiendo que endulzas con tu solo mirar,
sin que sea tu motivo quererme enamorar?
Yo quiero salar parte de tu destino,
tenerte solo un instante conmigo.
Pero tu esencia y la mía no son compatibles,
ya que un único beso no sabrá diferenciar
lo perfecto de la miel y lo imperfecto del mar.