Seguimos paseando tranquilos
como todas las tardes,
alegres por salir como niños
que regresan al parque.
Seguimos caminando,
compartiendo tantas emociones,
tantos inviernos, tantos veranos,
tantos días, tantas noches.
Seguimos hablandonos
con nuestras miradas,
con nuestros gestos y pasos,
con nuestra alma.
Seguimos juntos mi niño,
nunca te fuiste, puedo verte,
tu luz sigue en un rinconcito
de mi corazón siempre alegre.