Tengo certeza de mi fortuna prodigiosa
un signo innegable de la generosa bendición de mi Abba Padre
al depositar mi frágil hálito de vida
en el vientre tan precioso de mi madre.
Desde tu voz que me ha arrullado y tranquiliza
desde tu suave afirmación para enseñarme
desde tu pertinaz nobleza que me intriga
desde tu caudal de amor inagotable
¿como no ver a Dios en tu sonrisa?
¿cómo no creer en Él? si me has mostrado
cada signo de Él, en la geometría
de una simple flor al observarle.
Si de tus labios destila medicina
Si has estado allí para auxiliarme
si tus manos me gritan: Bienvenida
Me asombro de su símbolo de amor
a cada instante.
Oh tu vida, fascinante Madre mía,
que gran revelación de amor autentico e incesante
desde la ternura de tu paz que me acobija
de esa plática amena e insondable
con que adoramos al Yo Soy, día con día,
por la gloria sencilla que vivimos
misericordia de tus hilos cálidos hablantes
Que rebosante de amor, tú le prodigas
e invitamos al Creador a deleitarse.
Solo las lágrimas crearan lenguajes nuevos
para definir la eterna gratitud que mi alma siente
que llenaran las bellísimas redomas,
que llenaran las copas del Eterno
de oración incesante que aún elevo
ante la inmerecida gracia de tenerte
que hace que viva un poco de ese cielo
donde me esperan los brazos de mi Padre
.
Eres mi Corona más hermosa,
mi gema escogida iridiscente
mi joya prístina y preciosa
la estrella que en la aurora, resplandece.
maravillas de un amor inexpresable.
autentico, sincero y formidable.
inmarcesible, impoluto e infinito,
de tu mayúsculo ejemplo como Madre.