El hombre
es tan pobre en su riqueza,
tan viejo
en su gastada juventud.
Tan lleno
de futuro en su presente
y tan lejos
del ahora y de la luz.
Que lo miro con sus ojos
y no lo veo,
lo toco con sus manos
y no lo siento.
Le hablo con sus palabras
y no entiende
y sé que vive angustiado
por su salud.
El hombre
dejó su vida por el trabajo,
dejó sus alegrías
por un falso sueño.
Abandonó el amor
por un solo deseo
y hoy está afligido
en honda solitud.