Entre los gemidos de mi alma impaciente
un amor cálido se hallaba dormido
queriendo fragmentar la vida y la muerte
Un grito de desesperanza callaba.
No pude ver entre sus desvaríos
las ilusiones transitaban indolentes
Un amor que yace rendido
derrotado sin ánimos de luchar
de ser, de arrasar, de conquistar.
simplemente callado y en el suelo tendido.
Pasaron las horas, murmurando a lo lejos.
Y mi amor no contuvo las lágrimas
lloré cuanto quise por el dolor de su adiós
que fácil fue abandonarme
no le dio remordimiento al infame,
me dejó con recuerdos que no se borran
y con un beso que me quema en la boca.
Pensé que ya me las sabía todas
Pero nunca terminamos de aprender
nuevamente me tocó gritar y perder
queriendo morir y amarlo a la vez.
Kerly Elizalde