Clara no parece estar triste
tampoco parece estar feliz
no sonríe
algo anda mal
ella no está distraída, al contrario
ella mira de forma atónita
a lo que acaba de aparecer
después de que el vapor del café
se disipó del cristal en la ventana
en el exterior ve gotas de lluvia
deslizándose lentamente
en el interior, la imagen de su rostro
claramente visible
donde se da cuenta
que ha envejecido
todos los años de su vida
su piel se ha marchitado
esperando el día
que nunca llegó y
los días que podría dejar pasar
quizá estén llegando
a su final