Lentamente, entre nubes de humo,
con un cadencioso andar,
voz sensual y firme
con tu copa al viento,
en señal de brindis llegaste a mi,
No es tu tiempo, no me llames,
te oí decir,
con un beso frío y sin tiempo,
callaste mi reproche,
estoy contigo, soy principio,
y siempre estaré hasta el fin,
no me reclames, no me llames,
culpable yo no soy,
chocaron nuestras copas,
se fundieron los alientos,
antes de el beso de pasión,
mi mente se calló,
y en el vacío del pensamiento,
ese oscuro secreto tuyo llegó,
entre susurros dijiste:
vive plena tu vida,
cuando ella sus ojos cerró,
alcanzó la libertad,
su cielo se abrió,
y dolor y sufrimiento murió
ese día ella nació,
descúbrela en tu interior
y contigo siempre estará,
no me busques, no me llames,
esta noche solo hazme el amor,
y en un rincón oscuro
El beso frío y sin tiempo
en brasa ardiente tornó,
después de acomodar su vestido
con el mismo paso se alejó,
volteo y sonrió,
y entre nubes de humo marchó,
ruido de cristales al piso,
platicas sin sentido,
risas burlonas,
me trajeron a mi realidad,
La sala de mi casa,
mi mente aturdida,
sueño de instantes
que a mí alma puso en paz,
ya no te busco, ya no te llamo
vivo mi vida llevándola en mi,
y recuerdo esa mi noche a tu lado,
y ese beso helado,
que mi alma y cuerpo calentó,
ya no te busco,
solo espero en el tiempo,
y añoro volverte a ver,
ya no te deseo muerte, ya no te llamo,
porque ya te hice el amor.
Aguila Solitaria
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Imagen tomada de la red