TORMENTA
Un hermoso día había amanecido,
invitando salir a pasear, compartir.
De pronto el cielo se oscureció,
el fuerte viento huracanado sopló.
La lluvia torrencialmente cayó.
los truenos sonaban, atormentan
la gente corría muy desesperada
los árboles jóvenes se movían.
Mientras los troncos viejos caían
la incesante tormenta continuaba
volando techos de sencillos hogares
dejando a humildes desamparados.
Con tristezas, mojados, despojados
el vendaval nada había perdonado.
la naturaleza ayer así se agitaba
a nada ni nadie perdonaba
Miriam Inés Bocchio
Argentina