Tengo una amiga que se llama
Dora.
Es una hormiguita muy
trabajadora.
No para un momento de juntar
comida.
Va de arriba abajo sobre la
colina.
Carga muchas cosas sobre su
espaldita,
junto a sus amigas hace una
filita.
Caminan ordenadas hacia el
hormiguero.
Nadie va de prisa por llegar
primero.
Si miras al suelo ahí las
verás,
unas van delante y otras
van detrás.
Todas ordenadas y bien
derechitas,
con sus antenitas bien
levantaditas.
Una son soldados y otras son
obreras.
Las hay coloradas y otras muy
negras.
Por ahí va Dora entre todas
ellas.
Siempre me saluda con sus dos
antenas.
Y solo en el día verlas
podrás.
Porque por las noches suelen
descansar.
Quizás les dé miedo que puedan
chocar.
Porque aún las lámparas no saben
usar.