Ven conmigo,
con tu mano en mi mano,
a donde el río nace
de una chica fuente,
en lo alto del monte,
por esta azul vereda,
a esta hora queda.
Ven conmigo,
en la mañana alba,
hacia las nubes altas,
de brisas nuevas;
con tu voz callada,
con tu clara mirada
de siempre fiel amiga.
Ven conmigo,
de mí no te alejes,
ni ahora me dejes
en estos verdes parajes,
que son los quereres
de nuestros firmes andares,
que mi vida empieza contigo.