Carlos Bequer (seudonimo)
AQUELLAS CARTAS....
Aquellas Cartas...
La mayoría de las veces veo con estupor y ciertas dosis de cabreo como mucha gente va tan pendiente del móvil que van sin mirar por donde andan y en alguna ocasión he tenido que dar una voz porque andaban derechos a chocar conmigo.
En otros momentos he asistido al esperpéntico espectáculo de una reunión de diez o doce muchachas en las que más de la mitad a pesar de estar en múltiple compañía estaban pendientes del dichoso aparatito, o sea desconectados de los que tiene a su lado y presuntamente conectados con amigo virtuales.
Antes en las salas de espera del medico con frecuencia se charlaba con el que estaba al lado y ahora la atención va en mayor frecuencia al teléfono olvidando las relaciones cotidianas y cercanas.
Me surge la pregunta...¿están de verdad disfrutando de la amistad? ¿es otra clase de soledad instalada en un espejismo de cercanía y conectividad?
Confieso que posiblemente ya esté muy mayor para comprender ciertas cosas.Al echar la vista atrás recuerdo con nostalgia esas cartas que esperábamos con ansia varios días para saber de la novia,la familia,o del amigo que dejamos al entrar en la Bripac.
Después de una dura jornada de instrucción,de unas maniobras esperábamos con expectación el reparto del correo,el día que no recibíamos algunas no se podía ocultar una pequeña decepción.
Cuando la recibíamos nos alegraba en día y en cuanto teníamos un rato de tranquilidad nos poníamos en la tarea de contestar esas misivas y de nuevo a esperar con ganas esos días que nos separaban de una nueva carta de la gente que en verdad nos importaba.
Nostalgia de un tiempo en el que todo era más natural y lo que se hacía esperar lo valorabas doblemente porque te implicabas en pensar,escribir,dedicar un poco de tiempo en momentos tranquilos para \"conectar\" con los tuyos,sin más ansiedades que esperar unos días a la respuesta.
Aquellas cartas significaban un oasis en nuestras fatigas diarias y un momento para \"desconectar\" de nuestro entorno y navegar por otras aguas,dejando parte de nuestra tensión diaria.
Hoy ya no se escriben cartas,ni se esperan varios días las respuestas...tenemos esa falsa inmediatez de los wuassa,esa irreal cifra de amigos de las redes sociales,todo el mundo se habla y nadie se conoce,se aspira a tener 5000 amigos virtuales y nos olvidamos de los que tenemos al lado,aspiramos al mayor números de me gusta cuando lo primero que nos tiene que gustar es lo autentico y la cercanía de las relaciones personales.
A pesar de todo esto debo confesar que estos lugares de facebook nos a dado la oportunidad de compartir aquellos tiempos en que con 20 años elegimos ser el mejor soldado de la patria de lo que nos sentimos tan orgullosos,lo cual no deja de ser un punto a favor entre tanta inconsistencia.
Aun conservo, o más bien conservó mi novia de entonces-mi mujer ahora-aquellas cartas que le mandaba y gracias a ellas al releerlas he podido revivir hechos de la Bripac que tenía totalmente olvidados por el tiempo,y me alegro infinito que no existiera en aquella época los wuasap porque aquello que me hizo revivir la letra escrita en papel,no hubiera resistido el paso del tiempo en un teléfono.
¡En fin! aquellas cartas ya me parecen una reliquia de un mundo casi desaparecido en el que tuvimos la suerte de vivir con nuestros 20 años.