Observo, con emoción,
personas en todas partes
que gritan, lloran, aplauden,
cantan y bailan al son,
y creen, con cierta razón,
que solo por esa vía
podrán devolverle un día
la paz a nuestra nación.
Personas hay, a montón,
queriendo cambiar al mundo,
sin penetrar lo profundo
del alma y el corazón,
sugieren dar solución
mediante violencia y guerras,
mi hermano, sobre la tierra
“No hay fuerza como el amor”.
Para conseguir la paz,
se requiere de justicia
libre de toda malicia,
egoísmo y falsedad,
trabajar con dignidad,
con tesón y con respeto,
brindando a todos afecto
y luchando por la unidad.
Para tranquilos vivir
en suelo venezolano
recuerda que grano a grano
se construye el porvenir.
no dejemos extinguir
el regalo más hermoso
que Dios, puro y bondadoso,
nos dio para compartir.
Si quieres un día tener,
un mundo más justo y sano
dale la mano al hermano,
siembra amor en cada ser,
no lo dejes perecer,
entrégate por entero
y en los años venideros,
tu esfuerzo ha de florecer.
Para hallar la paz,
para ser feliz
para convivir
mi hermano, sobre la tierra:
No hay fuerza como el amor.
Esteban Oropeza.