El cancer y aquel sida,
el agua lo curó,
al loco y al villano,
el agua lo alivió,
son mil medicamentos,
ninguno como el agua,
la casa de mi tío,
ayer fue destrozada,
el agua la arrasó,
en lluvias y tormentas,
¡el agua es asesina!
¡pues muchos se ahogaron!
en medio de la noche,
sus lechos inundados,
dormidos se alejaron,
más nunca respiraron,
aquella gran represa,
de muros muy macizos,
enormes y blindados,
parece indestructible,
el agua no conoce,
aquella estupidez,
y en furia demoniaca,
el agua ha destrozado,
murallas fabricadas,
de fierro y de concreto,
¡qué diablos es el agua!
ayer curo aquel cancer,
y hoy arrasa todo,
destruye bellas casas,
y ahoga aquellos gansos,
el agua es esa estrella,
de púas y de flores,
de curas y venenos,
las tomas o te mueres,
la ensalzas y te ahoga,
el agua tiene SIDA,
le queda algo de tiempo,
cien años vivirá,
culpable es el fulano,
que defecó en el mar,
mineras contaminan,
ya el aire putrefacto,
los ríos y los lagos,
en un mundo moderno,
liviano y nauseabundo,
el hombre el satanás,
y el agua otro demonio,
que es dulce y es sabrosa,
tan fresca y saludable,
¡Es ruina y destrucción! PUM...
y cuando parta el agua,
el mundo acabará,
¡La triste profecía!
que el burro menosprecia,
y el pato no razona,
escribo este poema,
bebiendo un poco de agua,
en vaso de cristal,
¡La observo y yo me aterro!
pero ella me disipa,
me calma y me consuela.
titánico
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