Daniela Cortés

Querida muerte.

Querida muerte

He pensado mucho en ti últimamente,

eres la única razón por la que me levanto

en las mañanas y vivo intensamente,

porque pronto llegaré a tu encuentro

y te recibiré con los brazos abiertos.

 

¡Oh querida muerte!

Pareciera que no hay otra salida,

ya he agotado todos mis recursos

y ninguno parece ser eficiente,

para que algo me motive de verdad

y me quiera quedar otro rato por acá.

 

Hay tantas cosas que llevo bien adentro,

cosas tan oscuras que nadie le cuento;

por eso querida muerte acudo a ti

para que acabes conmigo y mi sufrir.

Tómame como a ti te dé la gana

que yo no pretendo hacer nada,

llega de la manera que prefieras,

te juro que no tengo problema,

pero por favor ya no tardes,

porque yo ya no puedo seguir fingiendo

que estoy bien y que nada siento,

cuando claramente ya no quiero comer,

por las noches ya no puedo dormir

y en el día ya no quiero vivir.

 

Querida muerte por favor ven,

no tengo ganas de seguir aquí.

Que Dios me perdone por desearte así,

pero ya no encuentro propósito para seguir.