Hoy supe, que has crecido.
Hoy, ha sido un día sin igual.
Mi eterna dulce y pequeña niña ante mis ojos, ha cambiado su imágen y la he visto más nítida que nunca más.
Entre la enturbiada mirada lacrimosa, se dejó ver la silueta de la dama en la que se ha convertido.
Mi vista cegada por el amor no dejaba ver con raciocinio, cuanto ha avanzado el tiempo.
Y que aquella niña que no soportaba estar ni cinco minutos de mi lejos, hoy comienza a alzar en vuelo, como todo pajarillo, para un día dejar el nido.
Hoy soy yo quien llora no tener a mi pequeña regordeta nena a mi lado, voltear y no ver su sonrisa y sus travesuras hacerme enternecer y reír a llantos.
Hoy mi pequeña niña ha crecido.
Hoy cada vez más, va dejando de a poco el nido y comienza a trazar su camino y un día , un día volará hacia él.
Hoy he visto a través de mi pesar y el no querer, que mi tiempo se va quedando atrás y que ella camina hacia el futuro, un futuro donde ya no le habré de llevar de la mano, pues ya no necesitará la guía de mis pasos.
Hoy, he llorado, como aquella vez ella, cuando pequeña lo hizo, al despertar y no encontrarme recostada a su lado, hoy soy yo la que suspira y llora pues me he despertado y mi princesa, ni amor, no está recostada a mi lado, la he llamado, he gritado su nombre, pero no está en casa, ha volado.
Y aunque no es su vuelo definitivo, eh entendido, que son las pruebas de aquél viaje que habrá de tomar para irse y dejarme aquí, como yo lo hice con mi madre y ella con la suya.
Hoy supe, que has crecido.
Y aunque me niegue a aceptarlo, entenderlo y acatarlo, no puedo.
No se puede quitar el cielo al ave, como el agua al pez y yo debo dejar que mi bebita pueda crecer.
Nadmoon